¿Cuáles son, desde su perspectiva, las características del sector de la construcción español en la actualidad?
Se trata de un sector débil, con baja rentabilidad en construcción de edificios y descapitalizado desde el punto de vista del equipo humano, con algunas excepciones en compañías, sobre todo medianas y pequeñas, que han sabido mirar hacia el futuro.
¿Qué evolución ha tenido desde el estallido de la burbuja inmobiliaria y en qué situación se encuentra a día de hoy?
La falta de mercado tanto en edificación como infraestructuras ha debilitado a las grandes empresas, que ya dependían en gran medida de la subcontratación pero que en este periodo han perdido un importante capital humano que no va a volver al sector, y que lleva tiempo formar. La enorme inversión realizada en España antes de 2008 en construcción de edificios no ha dejado ningún poso en la formación ni en la investigación, estando esta última impulsada por programas europeos.
¿Ante qué retos se encuentra el sector?
Por una parte, debe formar cuadros rápidamente, pero esto solo funcionará como parte de un modelo de negocio con una producción estable, lo que no depende únicamente de la empresas constructoras.
Por otra parte, la propia falta de obra, la tendencia de los promotores a intentar reducir los plazos, y la mayor exigencia regulatoria y en el futuro del propio consumidor, llevará a un mayor grado de tecnificación y con ello de industrialización, no tanto del edificio como de determinados sistemas constructivos y técnicos.
¿Se ha producido, en paralelo, un aumento de los costes de los materiales de la construcción?
Lo que a nuestro juicio es más relevante es una evolución hacia productos más tecnificados, que aportan mayores márgenes a los proveedores y que el sector comienza a demandar por las circunstancias citadas.
¿Qué tendencia seguirán estos? ¿Cómo se podría frenar su avance?
Creemos que la tendencia es hacia una construcción más sofisticada y por ello más costosa que en precrisis (aunque más barata en relación a las prestaciones obtenidas por el usuario), tendencia que se intensificará con la regulación técnica comenzando por las sucesivas actualizaciones, desde 2018 en adelante, del documento básico de Ahorro de Energía, si finalmente introduce verdaderos requisitos para producir Edificios de Consumo Energético Casi Nulo.
¿Existe una falta de suelo finalista en España?
Los promotores están sufriendo esa falta de suelo finalista sin duda en respuesta a una demanda existente, lo que no implica que en algunas zonas, entre el parque existente y el suelo disponible no exista suficiente capacidad para absorber dicha demanda de primera vivienda a medio plazo.
¿Esta situación continuará en España?
Esta situación deriva de la paralización de los instrumentos de ordenación debido a la crisis, dado lo prolongado de los tiempos de gestión de estos instrumentos. Se mantendrá durante un tiempo, la cuestión es si la solución aparecerá dentro del ciclo actual.
¿Por dónde pasan las soluciones a dicha problemática?
Por la desincentivación de la vivienda vacía o dirigida a pisos turísticos, el impulso del alquiler y de la inversión en inmuebles residenciales para su rehabilitación y reposicionamiento, idealmente bajo un modelo de alquiler privado que al menos pueda incluir a las clases medias, complementado de medidas públicas (siempre en alquiler) para dar soporte a los ciudadanos con capacidades adquisitivas menores.
