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Las 7 cosas que deberías preguntar a tu casero antes de alquilar

Vivir de alquiler es una opción que gana adeptos auspiciada, entre otras cosas, por el encarecimiento de las hipotecas, la inestabilidad económica o el actual escenario inflacionista. En las grandes ciudades, la alta demanda y escasa oferta complica la búsqueda de casa, haciendo que la competencia entre potenciales inquilinos por convertirse en el candidato ideal para los arrendadores sea feroz. Lo cierto es que, como arrendatario también estás en tu derecho de solicitar todo tipo de información.

De hecho, son muchas las cuestiones que debes resolver si no quieres llevarte sorpresas. ¿Vas a estrenar vida de inquilino por primera vez? Entonces toma nota porque aquí tienes una selección con algunas de las cosas básicas que deberías preguntar a tu casero antes de alquilar.

1. ¿Qué entra dentro de la mensualidad?

El mercado inmobiliario del alquiler fluctúa como lo hace el de la compraventa pero, más allá de tener claro si la mensualidad solicitada está o no ajustada al escenario, debes tener claro qué incluye. No es lo mismo pagar 600 euros mensuales, pero tener que asumir el pago de la comunidad, el seguro de la vivienda o los impuestos, que abonar esa misma cantidad con todo incluido.

Antes de firmar nada, consulta con tu casero para saber qué cubrirá la renta y, si no te convence, siempre puedes recurrir a la Ley de Arrendamientos Urbanos para ayudarte a resolver qué puede o no incluir estar incluido en el precio y qué gastos corresponden a cada uno de los firmantes.

2. ¿Cuál será la duración del contrato de alquiler?

Tan importante como saber qué incluye la renta mensual que abonarás es tener claro durante cuánto tiempo tendrá vigencia vuestro acuerdo. Por eso, otra de las cuestiones que deberías hacer a tu casero antes de alquilar tiene que ver, precisamente, con la duración del contrato de alquiler. Por lo general, los contratos suelen tener una vigencia anual que se renueva automáticamente hasta el límite establecido por la Ley de Arrendamientos Urbanos que, por otro lado, también recoge los escenarios y condiciones en los que arrendador y arrendatario pueden dar por finalizado el acuerdo.

En todo caso, también te ayudará consultar con tu casero si, en el tiempo que dure el contrato tu renta se verá afectada o no por subidas o actualizaciones.

3. ¿Quién paga los suministros?

No es lo más frecuente pero, en algunos casos, los gastos de agua o calefacción pueden estar incluidos en el precio del alquiler. Consultarlo con el arrendador es importante ya que, en caso de no quedar cubiertos con la renta, supondrán un importe añadido a tu presupuesto mensual. También es importante saber en qué estado se encuentran las instalaciones y si hay algún suministro que no esté dado de alta. En caso de ser así, deberás aclarar con tu casero quién asume el coste de hacerlo aunque, lo normal, sería que fuese el arrendador.

4. ¿Quién se encarga de las reparaciones o averías?

Según la Ley de Arrendamientos Urbanos: “el arrendador está obligado a realizar, sin derecho a elevar por ello la renta, todas las reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad para servir al uso convenido”. Sin embargo, existen excepciones y es que, corresponderá al inquilino abonarlas en caso de que las mismas sean consecuencia de un mal uso por parte del arrendatario. Cuando se trate de pequeñas reparaciones consecuencia del desgaste producido por el propio uso será el inquilino quien deba asumir las mismas.

En todo caso, puede que sea el seguro del hogar el que se haga cargo de las reparaciones si, por ejemplo, hay un daño producido por un escape de agua o se ha estropeado un electrodoméstico. No obstante, conviene aclararlo con el casero para no llevarse sorpresas desagradables.

5. ¿Puedo tener mascotas?

Cada vez son más los que apuestan por tener una mascota, una decisión que puede ser incompatible con vivir de alquiler en el piso que te ha enamorado. Por eso, mejor preguntar a tu casero antes de alquilar. Si olvidaste hacerlo en el momento de suscribir vuestro acuerdo, mejor consultar -aunque sea a posteriori- y, si no lo haces, por lo menos asegúrate de que no existe ninguna cláusula en el contrato que prohíba expresamente tener mascota. Incluso en este escenario es importante que sepas que cualquier desperfecto producido por el animal te corresponderá repararlo a ti.

6. ¿Qué tal son los vecinos?

Vivir de alquiler supone integrarse en una comunidad y, aunque no lo hagas en calidad de propietario, serás un vecino más. Por eso, no está de más saber con quién compatirás rellano, edificio o zonas comunes. Tener unos vecinos conflictivos o demasiado ruidosos puede dar al traste con tus sueños de independencia, por eso, pídele al casero que sea totalmente sincero en este punto.

Lo mismo ocurre si la calle a la que se asoma la vivienda tiene mucha actividad o la vida nocturna del barrio es más animada de lo esperada. Mejor preguntar a tu casero antes de alquilar o darte un paseo por la zona en distintos momentos del día o la noche.

7. ¿Puedo deshacerme de los muebles?

Si vas a alquilar un piso amueblado o semiamueblado también deberás consultar con el arrendador cualquier movimiento que tenga que ver con los muebles. No se trata de anunciarle que vas a cambiarlos de sitio sino, más bien, aclarar si hay alguna pieza de la que puedas deshacerte para evitar problemas a posteriori.

Si no estás plenamente convencido de la decisión que vas a tomar, no temas a hacer todas las preguntas que creas convenientes antes de alquilar. Es mejor parecer un poco insistente en los detalles que quedarse con las dudas y luego llevarse sorpresas.

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