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Las pujas inmobiliarias, ¿un arma eficaz para fijar el precio?

¿Es verdad que el comprador puede fijar el precio de la vivienda?

A Sandra M., una joven de 35 años que busca comprar piso en Madrid, le interesa uno situado en los alrededores de la calle Toledo, cerca del histórico barrio de La Latina. El precio de salida propuesto por la entidad es de 98.900 euros, un 33% rebajado respecto al precio medio de la zona. Si antes estaba a 3.033 euros el metro cuadrado, ahora se vende a 2.018 euros. Esta cuarta planta, “con mucha luz”, consta de 49 metros cuadrados, tiene más de 50 años de antigüedad, pero no muestra fotos del interior… Por tanto, teniendo en cuenta de que la casa puede necesitar una reforma integral, Sandra llama a la entidad para proponer una rebaja.

«¿Qué os parece si la compro por 80.000 euros?», ofrece Sandra. Ésta sería una cantidad que le permitiría pagar una cuota reducida y asequible para ella sola, y además, una gran parte a tocateja. No obstante, el sistema operativo de la página web de la entidad rechaza esta oferta. “Oiga, pero, ¿es verdad que puedo fijar yo misma el precio de la vivienda?”, le pregunta a un agente de la entidad. “El precio no es cerrado, no obstante, existen límites”, le contestan. Uno de los API de la zona, empleado de esta filial inmobiliaria, la llama para negociar y le concede una rebaja del 5%: “Ésta es el máximo descuento que podemos darte. Solo haría falta reformar la cocina de forma integral y el banco podría ofrecerte un máximo del 95% de financiación”, le explica el agente, un descuento que le permitiría comprar el piso por unos 94.000 euros.

¿Hasta cuándo se puede rebajar?

¿Acaso no se podría conseguir un descuento semejante en cualquier negociación para comprar una casa hoy en día? Óscar Martínez, presidente de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios (Apei) especifica que los descuentos que se puedan aplicar dependen de cómo sea el precio de salida del vendedor. “Ahora para vender, el producto ha de estar en el precio de mercado”, afirma el experto.

“Actualmente, es difícil plantear una venta si no está en la franja de los precios actuales a los que se cierran operaciones. El vendedor debe dejarse asesorar sobre lo que puede pedir por su vivienda”, explica Martínez. Comparando el coste al que se venden casas de la misma zona y características similares a la que estamos interesados y a qué precio se cerró la operación, el comprador podrá hacerse una idea de qué rebaja puede pedirle al vendedor.

Aún queda margen de negociación

¿Es buena táctica permitir fijar al comprador el coste de la compra o solo sirve como gancho publicitario? Desde la Asociación de Expertos Inmobiliarios no lo ven una buena estrategia: “En la compraventa hay que dejar siempre espacio a la negociación. Si el precio lo pone ya de partida el comprador lo va a poner muy bajo, en un momento en que la vivienda ya tiene los precio muy bajos y en esta situación, ya no hay margen de negociación”.

La experiencia de Sandra demuestra el banco le ofreció una rebaja de 4.000 euros en un piso que ya estaba ajustado a los precios de mercado. No hay un margen demasiado abultado, pero sí existe. A las entidades y a muchos vendedores ahora les urge vender. Los compradores ahora tienen la ‘sartén por el mango’ y no hay más que echar un vistazo a las estadísticas oficiales para ver que las ventas no están en su mejor momento. Esta posibilidad de fijar el precio fue una de las cosas que atrajo a Sandra, aunque luego la entidad no rebajar tanto como esperaba.

Financiación fácil y reducida

En estos casos, además, la financiación no supone un problema, ya que los bancos ofrecen prestar casi el 100% del valor de la vivienda. Asimismo, en algunos casos pueden obtener financiación muy favorable. “Los bancos dan más facilidades cuando se trata de sus productos, se facilita mucho más la financiación”, ratifica Martínez. La compra de la máxima cantidad al contado también es otra de las opciones más escogidas hoy en día. Otra de las mejores alternativas es la contratación de una hipoteca bastante pequeña que solo cubra del 60% o 50% del valor total de la vivienda.

La posible relajación de las condiciones de los préstamos hipotecarios anunciada por las entidades tras el desplome de la contratación hipotecaria, también facilitará que la banca y los vendedores flexibilicen más sus ofertas, según la última encuesta sobre préstamos bancarios recogida en el Boletín del Banco de España. El cierre de más operaciones también presionará a la baja aún más los precios de mercado y ayudará a encontrarse a la oferta con la demanda.

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