Los principales fondos de inversión se han hecho con el mercado inmobiliario en nuestro país desde que se produjese la recuperación económica, que ha llevado a la existencia de una mayor demanda y una subida de precios. Una de las principales razones de esta situación es que la mayoría de viviendas se compran al contado y no necesitan crédito hipotecario. Entre enero y marzo de 2018 el número de compraventas llegó a 128.990, un 15,3% más que en el trimestre anterior, dejando un resultado de 43.576 viviendas que no recurrieron a hipoteca.
La mayoría de los fondos emplean estos activos para el alquiler, beneficiándose así de la rentabilidad que existe en el mercado. Estos fondos comenzaron adquiriendo locales logísticos, centros comerciales y oficinas, pero pronto comenzaron a incluir en sus carteras de activos inmuebles residenciales. Desde el Colegio de Registradores explican que, «no resulta sostenible el mantenimiento de crecimientos de precios como los que se vienen alcanzando» y que esta tendencia puede hacer que salgan del mercado «demandantes que no pueden acceder a determinados niveles de precios».