El presidente del Congreso, Jesús Posada, y el del Senado, Pio García-Escudero, han renunciado a sus viviendas oficiales. Se trata de un acto de solidaridad con los recortes que afectan a ambas cámaras, después de que se conocieran la nueva congelación de sueldos y la suspensión de la aportación al plan de pensiones. Como ambos tienen su residencia habitual en Madrid consideran que sus viviendas supondrían un gasto «innecesario» para el erario público.
El Congreso cuenta con una vivienda oficial para su presidente de tres pisos, situada muy cerca del Museo del Prado y la Iglesia de los Jerónimos. Aunque los gastos que genera no se conocen con precisión, el ahorro en agua y electricidad se estima en una media 10.000 euros anuales, según fuentes parlamentarias. En cuanto a la residencia oficial del presidente del Senado, se trata de un chalé de tres plantas situado en una zona universitaria en el distrito de Moncloa. Los gastos de esta vivienda suman 25.919,72 euros anuales, aunque el ahorro esperado será menor, ya que los impuestos se siguen pagando y la calefacción, por ejemplo, se activará para el buen mantenimiento del inmueble.
