Tras siete años rota, la relación entre la banca y los promotores inmobiliarios ha vuelto a la normalidad. Así lo han escenificado los representantes de CaixaBank y de Asprima, quienes han sostenido que la banca necesita financiar proyectos inmobiliarios y los promotores, el dinero de las entidades financieras. Esta última, además, instó a facilitar el acceso a la vivienda a los jóvenes.
En cuanto a la inestabilidad política, CaixaBank reconoce que esta no es buena «ni para el consumo, ni para la inversión», aunque ha matizado que esta solo es mala si se alarga en el tiempo, algo que no se espera. Respecto a la marcha del propio mercado de la vivienda, estiman que en España se produzcan entre 100.000 y 280.000 nuevas casas al año en la próxima década.
