Mudanzas: el paso a paso definitivo para cambiarse de casa

Hay pocas sensaciones que puedan compararse con la de cruzar el umbral del que será tu nuevo hogar. Pero más allá del romanticismo que envuelve al momento, lo cierto es que hasta llegar ahí, e incluso varios días o semanas después, hay que enfrentar la temida mudanza. El desafío logístico es de sobra conocido y, tengas o no experiencia, es más que probable que conozcas algunas de las tensiones que pueden aparecer en esa fase tan difícil.

Con las emociones a flor de piel, tu mejor aliada es la organización. Nada como una planificación paso a paso para cambiarse de casa sin hacer temblar los cimientos de tu salud mental. Cada fase del traslado requiere de tareas específicas que, de ser bien gestionadas, facilitarán la transición y reducirán el estrés de todo el proceso.

¿Qué debes antes antes de empezar?

El éxito de una mudanza depende, en buena medida, de tu capacidad para no perder los nervios. Mantenerlos bajo control puede ser tan sencillo como hacer las cosas con calma. No es que vayas a reservar las vacaciones de verano y tengas que anticiparte a los miles de turistas que, como tú, buscan las mejores opciones en primera línea de playa antes que el resto. Pero, como ocurre con las mejores ofertas, para estar tranquilo y no sucumbir al estrés, una planificación anticipada puede ahorrarte muchos sinsabores.

Elaborar una lista de tareas, manejar bien los tiempos y tener claro qué, cómo y por qué en cada momento es fundamental para que el proceso sea más llevadero e, incluso, gratificante. Una organización estratégica te permitirá minimizar el riesgo de ansiedad creciente que, por lo general, se asocia con las mudanzas en las que todo se deja para el último momento. ¿No sabes por dónde empezar? ¡Toma nota!

Preparación inicial: un par de meses antes

A estas alturas ya debes tener claro que lo más importante para el éxito de tu mudanza es la planificación. Tanto es así que la recomendación de partida es que te alíes con el calendario y empieces a preparar tu cambio de casa, al menos, con un par de meses de antelación. En esta fase previa los puntos clave son:

  • Definir el plan de la mudanza. ¿Tienes transporte para tus pertenencias o necesitas alquilar una furgoneta? ¿Vas a tirar de la inestimable colaboración de amigos y familiares o prefieres contratar una empresa de mudanzas? Un par de meses antes de ejecutar tu traslado debes empezar a definir los detalles de tu mudanza y, a partir de ahí, hacer tu particular check list y establecer el calendario de tareas.
  • Empieza a revisar tus pertenencias. Planear una mudanza es el momento perfecto para ‘aligerar el equipaje’. Dicho de otra manera, aprovecha la oportunidad para deshacerte de aquello que ya no necesitas o está deteriorado y merece una digna despedida. Clasifica lo que deseas llevarte, donar, vender o desechar. Aunque pueda parecer una obviedad, este proceso es clave para reducir la cantidad de cosas que tendrás que empaquetar más adelante. Además, puede ayudarte a generar ingresos extra si vendes algunos objetos.
  • Haz un inventario preliminar. Una vez que tengas una idea clara de las pertenencias que llevarás no te resultará complicado hacer un inventario general. Con él podrás calcular mejor cuántas cajas necesitarás para tu mudanza, además de cuáles de tus pertenencias pueden requerir atenciones especiales durante el traslado.

Organización y empaquetado inicial: un mes antes

  • Cajas, bolsas y similares. No hay mudanza que se precie sin sus correspondientes cajas, bolsas, maletas y similares. Apenas cuatro semanas antes de mudarte debes hacerte con material suficiente para poder empaquetar todas tus cosas: desde cajas de diferentes tamaños, hasta cinta adhesiva, pasando por plástico de burbuja, así como etiquetas o rotuladores para identificar cada caja.
  • Empieza a empaquetar. Aunque todavía tienes tiempo, para que no te pille el toro es importante empezar a guardar tus pertenencias. Lo ideal es hacerlo por habitaciones, empezando por aquellas cosas que no son de uso habitual. Identifica cada caja por su contenido y el cuarto al que pertenece, de modo que cuando llegues a tu nuevo hogar te resulte más fácil su organización.
  • Notifica el cambio de dirección. En este momento también puedes aprovechar para atender a pequeños detalles como notificar el cambio de dirección. Compañías de servicios (telefonía, luz, agua…), aseguradoras, bancos… Puede que en algún caso te anticipes a las notificaciones, pero informar sobre tu nueva dirección con tiempo te ayudará a evitar problemas o interrupciones en los servicios.

Dos semanas antes: detalles finales

Llegados a este punto -y siempre que hayas completado tu plan de mudanza con calma hasta aquí-, es el momento de darle un empujón a las tareas. En este caso, lo importante será:

  • Coordinar la logística. Tanto si te has decidido a contratar una empresa de mudanzas como si vas a hacerlo con una furgoneta alquilada y varios pares de ‘manos amigas’ es el momento de verificar con ellos todos los detalles para evitar malentendidos. Asegúrate de confirmar disponibilidad y horarios para llegar al día ‘D’ con todo perfectamente coordinado.
  • Cajas, cajas y más cajas. A medida que la fecha se acerca debes ir empaquetando artículos de uso más frecuente, aunque dejando lo esencial a mano. Haz una maleta o caja con lo necesario para pasar los primeros días en la nueva casa, incluyendo ropa, artículos de higiene personal y documentos importantes.
  • Revisa los trámites pendientes. ¿Has pedido el día en el trabajo? ¿Ya tienes solicitado el permiso de aparcamiento para el día de la mudanza? Algunos trámites pueden llevar tiempo, así que es importante ser previsor. Asegúrate de tener en orden cualquier documentación que pueda ser requerida tanto para la realización de estos trámites como el propio día del traslado.

Unos días antes: todo listo

La cuenta atrás ha comenzado y, cuando apenas queden unos días para tu cambio de domicilio, es momento de recrearse en los detalles:

  • Haz una limpieza profunda. Tanto en la casa que dejas como en la nueva, una limpieza profunda es más que recomendable. En la casa de partida, esto también es importante si tienes algún compromiso de entrega en buenas condiciones, mientras que en el que será tu nuevo hogar es imprescindible limpiar a conciencia baños, cocina y todas las estancias para un ‘aterrizaje’ de lo más acogedor.
  • Revisa que todo esté listo. Los días previos a la mudanza son críticos. Por eso, es importante ir creando tu ‘kit de emergencia’ con ropa, enseres y productos de higiene para los primeros días y concluir con el empaquetado del resto. Asegúrate de que todo esté bien embalado y etiquetado, y revisa los objetos frágiles para evitar daños durante el traslado.

La mudanza: nuevo hogar, nueva etapa

Si has llegado hasta el día señalado con los deberes hechos, la jornada debería transcurrir sin demasiados sobresaltos. No obstante, es importante tener en cuenta algunos consejos básicos para esos momentos y los primeros días en tu nuevo hogar.

  • Realiza un último chequeo. Recorre tu antigua casa una última vez para asegurarte de que no dejas nada importante y para verificar que todo está listo para el transporte. Si has contratado a una empresa, estate atento para que todo se manipule con cuidado y, en cualquier caso, organiza las cajas por habitaciones al descargarlas en tu nuevo hogar para facilitar el desempaquetado de tus pertenencias.
  • Desempaqueta lo esencial. Una vez llegues a tu nueva casa no dejes que la organización te abrume. Busca tu ‘kit’ para esos primeros días y comienza a desembalar las cajas que contienen artículos de primera necesidad, como ropa de cama, artículos de higiene y algunos utensilios de cocina.
  • Hogar, dulce hogar. Con el traslado concluido es el momento de empezar a colocar. Lo más recomendable es organizar habitación por habitación, empezando por la cocina y el baño, ya que son espacios de uso diario. No olvides verificar que todos los servicios, como electricidad, agua, internet y gas, funcionen correctamente.

Subestimar el tiempo de preparación de la mudanza es uno de los errores más frecuentes, pero si te organizas bien y no dejas nada para el último momento, mantendrás a raya el estrés. Recuerda etiquetar las cajas de modo que te resulte más fácil identificar su contenido y organizarlas en tu nuevo hogar. Aunque exigente y no exento de tensiones, mudarse es una oportunidad de empezar nueva etapa. ¿Listo para empezar la tuya?

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