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¿Quieres independizarte o cambiar tu piso de alquiler por otro? Si tienes en mente mudarte dentro de poco, resulta conveniente que, antes de lanzarte a la búsqueda de vivienda, dediques un tiempo a determinar qué tipo de inmueble necesitas y cómo debe estar equipado. En la siguiente guía analizamos todo esto para que tengas éxito en la búsqueda de tu próximo piso de alquiler.
Decide si es el momento de mudarte
Antes de ponerte a buscar vivienda de alquiler, debes averiguar si efectivamente ahora es el momento de cambiar de residencia. Para confirmarlo, has de tener en cuenta dos criterios: en qué situación se encuentran los precios del mercado del alquiler y si puedes o no pagar esa renta, y es que es importante calcular cuánto puedes pagar de alquiler.
Crear una lista que incluya las razones por las que crees que deberías mudarte aclarará tus ideas. Todo cabe en ella: desde la superficie de la vivienda hasta su situación, pasando por los servicios que desees tener en el inmueble hasta el precio. No obstante, lo que verdaderamente te ayudará a tomar la decisión será el hecho de que el mercado ofrezca viviendas que respondan a esas motivaciones y, además, se ajusten a tu presupuesto.
Prioriza tus deseos y necesidades
De nuevo, echar mano del papel y del bolígrafo te ayudará a determinar cuáles son los aspectos con los que querrías que tu futura vivienda de alquiler contase, tus imprescindibles. Si eres un apasionado de los fogones, que tu casa tenga una cocina grande será fundamental. Si teletrabajas, una habitación extra que puedas convertir en despacho no te vendría mal. Por otro lado, no olvides preguntar si se aceptan mascotas, porque seguro que no puedes vivir sin tu perro o tu gato. Tus prioridades se encargarán de diseñar tu próxima casa de alquiler.
Fija un presupuesto y respétalo
La cuota mensual que puedas pagar es el indicador que más va a condicionar tu búsqueda de vivienda de alquiler. Es el primer filtro. Para evitar quebraderos de cabeza, lo mejor es que fijes un presupuesto de antemano y tengas claro hasta dónde puedes llegar. Empieza calculando qué porcentaje representa el alquiler sobre el total de tus ingresos y procura que el resultado no sea superior al 35%. Más pondría en peligro tu salud financiera.
No te olvides de incluir todos los gastos
Mudarse implica una partida de gastos importante el primer mes que luego no se van a repetir, pero luego hay otros gastos con los que debes contar de forma recurrente:
- Lo que solo pagarás una vez. Además de la fianza, tendrás que cumplir con los honorarios de la agencia en caso de que hayas recurrido a un profesional. A veces el propietario puede exigir un aval o un depósito bancario. Otro gasto anual que depende de ti es un seguro por el continente.
- Lo que pagarás todos los meses. Está el mes corriente y todos los suministros, que dependerán del tipo de energía y su consumo. Tendrás que sumar la plaza de garaje en caso de que se cobra aparte.
- Tus gastos fijos personales. Comida, transporte, Internet, suscripciones, gimnasio… Aunque todo esto esté al margen de los gastos asociados con el inmueble, esta partida puede decantar tu balanza hacia una vivienda de alquiler u otra.
Prevé el coste de la mudanza
Además de ahorrar para la futura fianza del alquiler, no está de más que tengas en cuenta el coste económico que va a suponerte la mudanza a tu futura casa. Si tienes la suerte de tener amigos o familiares que te echen una mano y que tengan furgoneta, podrás suprimir este gasto.
Si tus efectos personales son voluminosos y frágiles porque incluyen muebles, quizá merezca la pena contratar un servicio profesional. Una empresa de portes y mudanzas te pasará un presupuesto, que se calcula en base a indicadores como la distancia recorrida, los metros cúbicos que ocupen tus pertenencias y si la compañía tiene que hacer algún servicio extra, como el embalaje.
¿Solo o acompañado?
Nadie pone en duda tus ganas de volar del nido o irte a una casa de alquiler más grande, pero si todavía no puedes permitírtelo, plantéate la opción de compartir piso. Para decantarte por esta alternativa, sería positivo que repasases la lista con las razones que te llevan a dar el paso y, si estas son más poderosas que vivir bajo el mismo techo con más personas. Hace tiempo que compartir piso no es solo para estudiantes. Esta opción te permite pagar menos y ahorrar para comprar una vivienda.
Elige cuándo empezar a buscar
La búsqueda de una vivienda en alquiler a veces se complica, sobre todo, en aquellas ciudades en las que la demanda sobrepasa con creces a la oferta. Debes tener muy en cuenta la época del año en la que vas a empezar a buscar casa de alquiler. Recuerda que hay meses en los que se generan picos y hay mucha gente activa en el mercado. Es lo que sucede al final del verano, especialmente por parte de estudiantes, que buscan vivienda para residir en una determinada ciudad el curso académico siguiente. También pasa, aunque con menos intensidad, a finales y principios de año.
Decántate por el barrio adecuado
La ubicación de tu piso de alquiler es, junto al precio, la variable más importante. Vuelve a echar un ojo a tu lista de prioridades y confirma que el barrio en el que se encuentra la vivienda en alquiler que deseas cuenta con esos servicios y comodidades que para ti son innegociables. De nada te servirá mudarte a una zona de la periferia con amplias zonas verdes y atracciones de juego para los más pequeños si no tienes hijos o tu pasión es la oferta cultural del centro de tu ciudad.