Las pisicinas de microcemento están fabricadas con un material resistente que se adapta a cualquier tipo de superficie y que además, es fácil y limpio de instalar. El microcemento puede combinarse con una gran variedad de materiales, lo que hace que podamos diseñar una piscina a nuestro gusto.
Ventajas del microcemento
El microcemento cada vez se aplica más en el mundo de la decoración tanto interior como exterior. Y no es de extrañar, ya que todo son ventajas.
Es un revestimiento compuesto por polímeros, fibras y áridos y acelerantes. Suele confundirse al microcemento con el cemento pulido, pero son dos materiales totalmente distintos.
Es totalmente impermeable, lo que lo convierte en un material perfecto para piscinas o zonas húmedas. Además es antideslizante, por lo que no tendrás que preocuparte por los resbalones.
El microcemento no se agrieta ni se cuartea, y puede aplicarse tanto en piscinas nuevas como en antiguas.
Si vas a aplicarlo sobre una piscina ya fabricada no tendrás que eliminar el material existente, el microcemento se extiende directamente sobre la superficie sin necesidad de hacer revoques. Tan solo tendrás que limpiar y eliminar las partes sueltas o deterioradas.
Combinan con cualquier tipo de pigmentos, por lo que puedes elegir el tono que quieras para tus piscina. Entre el abanico de colores encontramos negros, grises, marrones, verdes, azulados o rojos.
Si quieres originalidad decora el fondo de tu piscina con los tonos menos habituales. Al adaptarse a cualquier tipo de superficie puedes darle a tu piscina la forma que quieras: redonda, cuadrada, con bordes rectos, en cascada…
Se acopla muy bien a cualquier material. Puedes combinar el microcemento con superficies como la madera, la cerámica, piedras naturales…
En cuánto al precio, las piscinas de microcemento no son las más baratas pero tampoco tienen un precio desorbitado. Su resistencia y durabilidad hacen que a la larga sea rentable gastarse un poco más.
¿Qué piscina te convence más?