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Pisos de bancos: Cómo comprar un piso barato que urge vender

Si estás pensando en adquirir una vivienda, ya sea para usarla como domicilio principal o como inversión, los pisos de bancos resultan ser una excelente opción. Si bien el proceso de compra de un piso de banco no difiere de un particular, obtendremos varias ventajas adicionales que van más allá del precio. Analicemos a continuación este interesante tema.

¿Qué son los pisos de bancos y que ventajas nos proporcionan?

Para entrar en detalles resulta fundamental primero conocer de que se tratan los pisos de bancos. Podríamos definirlos como los inmuebles que están bajo propiedad de una o varias entidades financieras a raíz de adjudicaciones como embargos o como parte de un proyecto de inversión.

Estos inmuebles son ofrecidos por la institución en forma de alquiler o venta directa a precios relativamente más bajos que un particular, pero con muchas facilidades de financiación. Un aspecto muy común en el caso de los pisos de bancos adjudicados por embargos es que no poseen un patrón en común (pueden ser nuevos, viejos, grandes, pequeños, etc.) y suelen estar ubicados en zonas de clase baja o media-baja.

En cuanto a las ventajas que nos proporciona el adquirir un piso de banco podemos citar algunas de las más relevantes tales como:

Una buena financiación

Una de las principales ventajas (si no la principal) de adquirir un piso de banco es precisamente las facilidades de financiación que brinda la institución financiera a la hora de comprar la propiedad. Un claro ejemplo lo tenemos con la financiación de hasta el 100 % de la hipoteca inmobiliaria. Además, muchas instituciones financieras exoneran el pago de tasación y los plazos de amortización son más largos.

Vale reseñar además que nuestra hipoteca podría tener más posibilidades de ser concedida al ser una propiedad de la misma entidad. No debemos olvidar que podremos acceder también a otras bonificaciones como la contratación de seguros, lo cual nos amplía la posibilidad de conseguir una oferta muy interesante.

En cuanto a la contratación de seguros, muchas instituciones financieras nos facilitarán adquirir alguna póliza de su portafolio de seguros. Sin embargo, esto no es obligatorio, ya que, si la oferta no nos resulta atractiva, podemos hacer uso de comparadores de seguros online, como Doctori.com.

Los pagos son mucho más flexibles

Otro punto a destacar es que al adquirir una vivienda ofrecida por el banco, obtendremos mejores condiciones para cancelar los plazos de pago del inmueble. Muchos bancos, en la actualidad, nos dan la posibilidad de liquidar una gran parte del plazo de pago, así como también, reducir las cuotas mensuales si estamos pasando por un apuro económico.

Adiós al pago de comisiones

Al adquirir una vivienda ofrecida por un banco no tendremos que pagar ningún tipo de comisiones o pagos extras, ya que estos son asumidos en su totalidad por la institución financiera. Con ello, solo tendremos que pagar los cargos por impuestos y las respectivas cuotas hipotecarias.

Recomendaciones y consejos a la hora de comprar un piso de banco

Al igual que como sucedería con un inmueble ofrecido por particulares o por alguna empresa inmobiliaria, lo primero es obviamente buscar las mejores opciones. No obstante, A partir de este punto debemos seguir algunas recomendaciones como:

  • Ten muy en cuenta que cuando un banco está ofreciendo un inmueble a un precio drásticamente bajo, seguramente el mismo tiene varios problemas que requieren grandes reformas o reparaciones. Si tu meta es habitarlo de manera inmediata o no dispones de suficientes recursos como para ponerla habitable, lo mejor será descartar la oferta.
  • Antes de comprar el piso, debes visitarlo previamente así esté habitado. Solo así podrás sacar cuentas de si vale realmente la pena o no adquirir el inmueble.
  • Compara los precios que ofrecen otras instituciones financieras en la zona que tienes previsto habitar o invertir.
  • Dado que las viviendas no es el negocio de los bancos, muchas instituciones financieras están abiertas a la negociación. Por ende, lo idóneo es negociar un precio más accesible primero.
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