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Platos decorativos para la cocina

Los platos no solo tienen que servir para comer. Como se hace con muchos otros elementos, hay algunos exclusivamente decorativos. La enorme y exhaustiva tarea que hay detrás del diseño de ciertos modelos son más para enmarcarlos que para algo más utilitario. De hecho, si alguna vez encuentras uno demasiado bonito como para mancharlo con comida, no dudes que ésta no tiene por qué ser la función con la que fue creado.

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En la cocina no queda tan bien poner cuadros o fotografías para adornar las paredes. Por eso, en muchos casos se recurre a un plato que llame la atención por su belleza. De hecho, entre los utensilios de la cocina no desentona nada encontrar uno en el armario y otro colgado de la pared.

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¿Cómo los coloco?

Hay dos modos de utilizar los platos con fines decorativos. El primero es poner un solo plato más o menos grande de aspecto espectacular que acapare la atención visual de este espacio. Colocar otro al lado de las mismas características no quedaría tan bien, pues el conjunto sería un resultado demasiado recargado. No obstante, dependiendo del tamaño y el modelo de los mismos se podría poner un número reducido de ellos, como por ejemplo, tres pequeños, formando un triángulo. Ahí también entran en juego tu visión general y tu imaginación, así como tus preferencias personales.

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La segunda opción es situar varios platos que combinen estéticamente (colores, forma, dibujos…), también acordes con el estilo interiorista del conjunto de la estancia. Con esta alternativa podemos llenar hasta una de las paredes enteras con ellos. No obstante, de acuerdo con lo que hemos comentado más arriba no deben ser quedar una atmósfera demasiado asfixiante, ya que pueden cansar la vista y el conglomerado final quedará abigarrado. Solo en el caso de que tu cocina tenga tintes barrocos o sea una habitación de estilo rústico señorial podríamos, -o más bien, deberíamos-, sobrecargar el ambiente para que desprenda una explosión de sensaciones.

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Las formas de colgarlos pueden ser varias. Normalmente, se suele guardar un espacio entre ellos cuando se colocan varios a la vez. Las figuras que formes también darán mucho juego, como por ejemplo, puedes formar una figura geométrica, una estela, un corazón… no obstante, no hay que descartar la original idea de suspenderlos en forma de cascada. El efecto escalonado y la mezcla de colores y morfologías pueden dar un resultado sorprendentemente grato: una vorágine decorativa bastante satisfactoria. ¿Te gusta este elemento decorativo? ¿Cómo los colgarías?

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