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Por qué deberías contratar una hipoteca antes del 2019

Miquel Riera
especialista en hipotecas en HelpMyCash.com.

La nueva ley hipotecaria que se promulgará previsiblemente durante el primer trimestre del 2019 obligará a los bancos a pagar la mayoría de los gastos de constitución. Con eso en mente, muchos futuros compradores de vivienda prefieren esperar al año que viene para ahorrarse ese desembolso inicial. Contratar ahora la hipoteca podría salir más a cuenta, dado que se espera que estos productos se encarezcan por la entrada en vigor de la nueva normativa.

Las hipotecas serán más caras

Y es que con esta ley se impulsarán medidas no demasiado populares entre los bancos. Además de obligarlos a pagar todos los gastos de escrituración de los préstamos hipotecarios exceptuando la tasación, también abaratará las amortizaciones anticipadas y endurecerá las condiciones para ejecutar la hipoteca, es decir, para iniciar el proceso de embargo de la vivienda tras un impago reiterado.

En consecuencia, las operaciones hipotecarias serán más costosas y más arriesgadas para la banca, así que es probable que opten por subir el precio de sus hipotecas para compensarlo. Ese encarecimiento podría producirse por dos frentes: a través de un aumento de los intereses y/o con un incremento de las comisiones de apertura, que son los únicos cargos que la ley hipotecaria no limitará.

Se pagaría más a la larga

Es poco probable que se vean encarecimientos desproporcionados, dado que las entidades querrán seguir siendo competitivas. No obstante, una subida leve del interés aplicado puede provocar que, a la larga, el cliente tenga que pagar más por la operación, incluso si el banco hace frente al impuesto sobre actos jurídicos documentados, a los aranceles notariales y registrales, y a los honorarios de la gestoría.

Contratar ahora la hipoteca podría salir más a cuenta, dado que se espera que estos productos se encarezcan por la entrada en vigor de la nueva normativa.

Veámoslo con un ejemplo práctico. Imaginemos que contratamos ahora una hipoteca de 150.000 euros a 25 años con un interés del 2,35%. Si el banco asumiera solamente los gastos de registro, pagaríamos aproximadamente 1.500 euros por el resto de las costas de constitución (tasación, notaría y gestoría) y 48.495,12 euros en intereses al finalizar la operación. En total, abonaríamos casi 50.000 euros.

Pero, ¿qué ocurriría si esperáramos a la promulgación de la ley hipotecaria y firmáramos una hipoteca con el mismo importe y el mismo plazo y con un interés del 2,55%? En este caso, desembolsaríamos unos 300 euros por la tasación de la vivienda y 53.012,25 euros en intereses, así que al finalizar la operación habríamos abonado más de 53.300 euros en total. Como se puede observar, esa pequeña subida del tipo aplicado (solo 0,2 puntos) nos haría pagar unos 3.300 euros más.

Hay que elegir bien la hipoteca

Puede ser mejor contratar ahora la hipoteca que esperarse a la entrada en vigor de la nueva ley para ahorrarse los gastos de constitución. Y es que las ofertas que se pueden encontrar a día de hoy pueden tener los días contados: a tipo variable, actualmente hay hipotecas con diferenciales por debajo del 1%, mientras que a tipo fijo hay préstamos con intereses de en torno al 2% a 20 años. Eso sí, para no pagar de más, es aconsejable buscar un préstamo que tenga las mínimas comisiones posibles y que incluya una vinculación adaptada a las necesidades del cliente.

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