Si a ti también te pone de los nervios la humedad del baño cada vez que te duchas, la espera hasta que el espejo pierde el vaho, que es de mucho tiempo, o el deterioro de los materiales de muebles, accesorios de metal o madera del baño o la aparición de hongos en la cortina de la bañera o juntas de azulejos, aquí van unos trucos para poner en práctica si quieres evitar la condensación de agua.
Evitar la humedad en el baño
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la condensación de agua se produce por la salida de agua muy caliente de la ducha que produce vapor que se condensa sobre muebles y sobre todas la zonas del baño. Esa condensación se produce por el contraste de temperatura entre el interior del baño y el exterior.
Para evitar o prevenir la condensación hay diversos sistemas y trucos, que comienzan, principalmente, por una buena ventilación. Puesto que el baño suele ser una estancia que en la mayoría de ocasiones es interna y no posee ventanas al exterior, la solución es instalar un extractor de aire que se active cuando activemos la ducha, por ejemplo.
Si no queremos meternos en obras importantes o gastar una gran cantidad de dinero en un buen extractor de aire integrado, en el mercado hay otras opciones como ventiladores exteriores o extractores de humedad portátiles que no es necesario encastrar.
Aunque tengamos calefacción en casa, tenerla encendida todo el rato puede suponer un gran gasto de gas. Por eso, otra opción es, mientras nos duchamos, encender un calefactor en el baño, manteniéndolo alejado del agua y sus salpicaduras para evitar riesgos. Con la constante ráfaga de calor durante el baño podrás prevenir la acumulación de humedad en el aire y, por tanto, la condensación.
Ahora, si tienes la suerte de poseer ventana, ábrela tras la ducha durante unos minutos cuando el frio del exterior no pueda suponer un riesgo para tu salud, por ejemplo. Otra opción es un acristalamiento doble y de calidad que nos garantice un aislamiento térmico adecuado del exterior y por tanto, el contraste de temperatura no produzca la temida condensación.
Existen también en el mercado productos que, aunque no pueden evitar la condensación, hacen más llevaderos sus efectos. Es el caso de las láminas autoadhesivas anti moho para el espejo. Son económicas y fáciles de instalar.
Si a pesar de todo, no logramos eliminar la condensación, deberás atender rápidamente la humedad depositada sobre muebles, paredes y accesorios, para prevenir la aparición de hongos y moho. Nada más ducharte, ventila como puedas la zona y seca con premura todos los rincones: suelos, paredes, muebles y sanitarios. También ayuda que dejes bien estirada la cortina de la ducha, si la hay, para que se seque rápido y limpiar el baño con lejía y productos anti-moho.