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¿Qué aspectos son fundamentales para que una vivienda sea sostenible?

El parque edificatorio español es responsable de más del 31% de las emisiones de gases de efecto invernadero. El uso de materiales energéticamente eficientes en la rehabilitación y en la construcción de obra nueva es fundamental para que el sector residencial crezca sin poner en peligro el entorno. Es importante saber que la verdadera arquitectura sostenible es aquella que satisface las necesidades de sus ocupantes sin poner en riesgo el beneficio futuro de las próximas generaciones.

La arquitectura sostenible debe optimizar los recursos y los materiales, así como reducir el consumo energético. También debe promover el uso de las energías renovables, disminuyendo así los residuos y las emisiones. En el último Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (SIMA) tuvo lugar la presentación de una casa sostenible en la que el usuario pudo experimentar los beneficios reales de este tipo de construcciones. Desde el punto de vista del agua, las novedades vinieron de la mano de Presto Ibérica. El aislamiento corrió a cargo de Isover, mientras que de la ventilación fue responsable Siber. Todo esto bajo el paraguas del certificado Breeam.

Una vivienda certificada en sostenibilidad

El certificado Breeam en España se articula alrededor de tres puntos esenciales. En primer lugar, desde el impacto económico, pues con un certificado de sostenibilidad el consumo energético puede verse reducido hasta un 70%. En segundo lugar, el impacto ambiental, disminuyendo las emisiones de CO2 y, por último, el impacto social que conlleva beneficios para la salud y el confort. Desde Breeam aseguran que, «en 2017 había más de 10.000 viviendas en proceso de conseguir el certificado de sostenibilidad, algo que ha crecido mucho desde 2014, cuando solo había 40».

Certificar una vivienda como sostenible comienza por la elección de un asesor que registre el proyecto y realice una planificación, reuniendo toda la información necesaria. Desde Breeam aseguran que este certificado impulsa «no solo una construcción sostenible con el entorno, sino que también conlleva beneficios sociales y económicos con todos los implicados en la vida del inmueble, desde propietarios hasta inquilinos».

Aislamiento: la piedra angular de la eficiencia

Una de las principales cuestiones relativas a la sostenibilidad es la de adecuar la vivienda a los parámetros óptimos de aislamiento térmico y acústico. Las actuaciones se dirigen, por ejemplo, a proveer al edificio de seguridad pasiva ante incendios, garantizando su durabilidad y minimizando costes de mantenimiento y limpieza. Además, con una adecuada instalación térmica y acústica se garantiza el confort en la vivienda, pues se mantiene la temperatura ideal y se evitan ruidos molestos.

En cuanto a la utilización de materiales, desde Isover afirman que, «hay que apostar por las lanas minerales, que pueden ofrecer los mejores resultados de aislamiento térmico y acústico para cualquier tipología de muro o fachada». En el caso de que se trate de mejorar la fachada en un edificio ya existente, recomiendan «trasdosar los muros por el interior con sistemas de placa de yeso laminado y lana mineral porque se trata de soluciones rápidas de instalar, que requieren una mínima obra».

El aislamiento térmico permite que una estancia se mantenga caliente con un consumo de calefacción mínimo. «Es posible ahorrar hasta un 90% en la factura energética. Esta reducción de consumo de energía es primordial para preservar el medio ambiente y cuidar nuestro planeta», comentan desde Isover.  En cuanto al aislamiento acústico, la clave está en el doble acristalamiento de las ventanas, gracias al cual «se puede mantener una óptima sensación térmica en invierno y se puede reducir a la mitad la entrada de energía solar directa en verano», admiten.

Hay que dejar de derrochar agua

La sostenibilidad edificatoria también guarda relación con el agua y su consumo inteligente. Presto Ibérica desarrolló un sistema centrado en fomentar un valor tan esencial como es el ahorro de agua. El dispositivo permite evitar el desperdicio de agua y tiempo mientras se espera la llegada del flujo caliente a los grifos. A modo de interruptor de luz, abre el grifo solo cuando el caudal y la temperatura es la deseada por el usuario, concediéndole el máximo confort y sin derroches innecesarios de agua, ni energía.

Además, otras medidas necesarias serían usar sanitarios de alta eficiencia que no consuman más de seis litros por descarga, ahorrando en torno al 20%. También es necesario instalar duchas y grifos de bajo flujo, haciendo entender al usuario que «el bajo flujo no está relacionado con la pérdida de confort», tal y como señala Gustavo Díez, director del departamento de proyectos de Presto Ibérica. Otra buena medida, sería la de instalar medidores de agua, que nos vayan indicando en qué parámetros se encuentra nuestro consumo.

La grifería domótica es otra buena elección. Se combina con una pantalla equipada con un sistema Android a través de la que podemos conocer el consumo que estamos realizando mientras estamos en el baño. Por otro lado, el almacenamiento y reutilización de aguas grises también supone entre un 50% y un 80% de ahorro. El agua vertida durante las duchas también se puede reutilizar, consiguiendo un ahorro del 30% en el consumo de agua para una vivienda.

Respirar aire sano en casa

La calidad del aire en el interior de la vivienda también se presenta como una cuestión primordial. A veces, el aire viciado y contaminado puede provenir del exterior, sobre todo en ciudades como Madrid y Barcelona, que tienen un alto índice de contaminación. Por este motivo, se hace necesaria la renovación del aire y la existencia de sistemas de ventilación mecánica para el hogar. Toni Nicolas Salame, director general de Siber, señala que, «el 72% de la exposición a químicos de las personas se produce en espacios interiores, donde pasamos el 90% de nuestro tiempo».

En cuanto al funcionamiento de los sistemas de ventilación mecánica, Salame explica que funcionan «extrayendo del aire del interior las sustancias perjudiciales, tales como polvo, COVs, ácaros, CO2, además de filtrar el aire que accede a la vivienda, eliminando sus componentes nocivos”. Según datos de la compañía, «existen unas 50.000 viviendas en nuestro país que cuentan con sistemas de ventilación sostenibles instalados». Gracias a la aplicación de estas innovaciones, el aire que se respira en el interior de los edificios resulta plenamente beneficioso para la salud, proporcionando un ambiente limpio y confortable en todo momento.

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