Amancio Ortega, la mayor fortuna española, invierte parte de los dividendos obtenidos con Inditex en la firma de inversión Pontegadea Inmobiliaria. Sus inversiones en este mercado se centran en la adquisición de edificios de oficinas en las principales ciudades de Estados Unidos y Europa. A lo largo de 2019 invirtió más de 1.300 millones de euros en la adquisición de inmuebles, entre otros, la sede de Facebook en Seattle. Ortega sigue la tendencia de las grandes fortunas que invierten en el sector inmobiliario porque es un activo patrimonialista y de generación de rentas. ¿Quieres saber qué propiedades compran los ricos españoles?
Los ricos tienen un perfil empresarial, pero diversifican sus inversiones en distintos activos. Son conservadores, pero en ocasiones asumen cierto riesgo para obtener más rentabilidad
Las grandes fortunas se caracterizan por tener patrimonios tan elevados que pueden diversificar sus inversiones en diferentes activos de forma directa o utilizando vehículos inversión. “Diversifican su patrimonio entre activos empresariales, que en algunos casos es la fuente de su riqueza, inmobiliarios y financieros, complementados con otros bienes tangibles y raíces de diversa índole según las motivaciones y aficiones de cada familia”, explica Jacobo Zarco, director de grandes patrimonios de ATL Capital.
Además, diversifican geográficamente sus inversiones en el sector inmobiliario, en la renta variable, renta fija y “cada vez con más frecuencia en inversiones alternativas, principalmente capital riesgo”, señala Javier Martínez, asesor de grandes patrimonios de Tressis. En general, las grandes fortunas tienen un perfil conservador y empresarial, según los gestores que trabajan con estos inversores, porque “mantienen sus inversiones de riesgo en su empresa familiar”, explican desde el área de Family office de Arcano. No obstante, en algunos sectores o activos en los que invierten buscan rentabilidades mayores asumiendo un mayor riesgo porque “normalmente el perfil de este inversor es tolerante al riesgo”, confirma Gonzalo Nebreda, director de Renta 4 Banca Privada.
Sicavs, capital riesgo y family office son los instrumentos que utilizan para invertir. Actualmente, el vehículo que está de moda para invertir en el sector inmobiliario es la SOCIMI
Normalmente, las grandes fortunas tienen sus propias sicavs para canalizar sus inversiones en los mercados de renta variable y fija, que pueden constituir con una inversión de 2,4 millones de euros. No obstante, en los últimos años se ha frenado la inversión a través de sicav e incluso “se ha reducido por el potencial riesgo regulatorio de este vehículo de inversión”, apuntan en Tressis. En la mayoría de los casos, las sicavs actuales fueron constituidas hace años “y su patrimonio ha disminuido de manera continua en los últimos años”, señala Zarco.
Ahora, utilizan cada vez más instrumentos como las sociedades de capital riesgo para las inversiones alternativas, family office, carteras de fondos de inversión, united linked y “socimis para gestionar su patrimonio Inmobiliario” apunta Nebreda. Utilizan las SOCIMI porque tienen una fiscalidad ventajosa y “un cierto grado de liquidez ya que sus acciones cotizan en los mercados alternativos bursátiles”, según Javier Martínez. De hecho reconoce que el incremento del número de SOCIMI creadas por grupos familiares o por pequeños inversores “ha contribuido en la recuperación del sector inmobiliario tras la crisis del año 2008”.
El sector inmobiliario atrae gran parte de las inversiones de los multimillonarios. Es la inversión favorita de los grandes patrimonios europeos
El inmobiliario es un sector atractivo para las grandes fortunas porque es un activo patrimonialista y de generación de rentas. Igual que el pequeño inversor compra una vivienda como inversión, las grandes fortunas también canalizan gran parte de sus inversiones en este sector. “El porcentaje que destinan a inversión inmobiliaria está relacionado con el origen del patrimonio familiar y la edad de los familiares que toman las decisiones de inversión”, señalan en Tressis.
El porcentaje que ocupa el inmobiliario en las carteras de inversión es muy superior en Europa, con un 23%, que en Estados Unidos, con un 13%, o los países emergentes con un 9%. “La percepción subjetiva de seguridad de los activos inmobiliarios es superior a la de otros activos y hace que sea después de los activos financieros, que son necesarios por su liquidez, la inversión preferida de los grandes patrimonios europeos”, apuntan desde ATL Capital.
¿Qué propiedades compran los ricos españoles? Locales comerciales, oficinas y viviendas en zonas prime son las principales inversiones en inmobiliario
En el reparto de las inversiones, el mayor peso recae en los activos comerciales 60% frente al residencial 40%, aunque depende de la estrategia de inversión familiar. Sin embargo, hay unos patrones comunes. Prefieren invertir en los locales comerciales situados en zonas prime de las principales ciudades europeas y “oficinas con buenos inquilinos y naves logísticas modernas con operadores tipo Amazon”, según Arcano y en algunos activos hoteleros.
Cuando se trata de viviendas “invierten en zonas prime de las principales ciudades españolas”, destacan en Renta 4 o en oficinas en rentabilidad. También los objetivos de inversión son diferentes según los activos en los que invierten. “Algunas familias solo buscan patrimonializar sus inversiones y otras buscan añadir valor mediante la promoción o rehabilitación de edificios residenciales”, confirman en Arcano.
¿Podría el pequeño inversor invertir como las grandes fortunas? Sí, a través de vehículos de inversión, y siempre diversificando. También es importante que no se deje llevar por las emociones
A pesar de las evidentes diferencias de patrimonio, los gestores de estas inversiones reconocen que el pequeño inversor puede invertir igual que los ricos. “Puede acceder a los activos finales en los que invierten las grandes fortunas por medio de vehículos de inversión, como fondos de inversión, unit linked y planes de pensiones”, señala el asesor de grandes patrimonios de Tressis. Así se consigue una diversificación del patrimonio, tanto en activos como geográficamente. Desde Arcano añaden otro consejo a la diversificación: “que las inversiones no estén correlacionadas para momentos en los que la economía atraviese un periodo de decrecimiento”.
La recomendación de los asesores es diversificar y hacer una adecuada planificación de la estrategia de inversión a los objetivos de inversión a corto, medio y largo plazo y “un mayor control de las emociones en las decisiones de inversión, que quizás sea el mayor enemigo del inversor minorista” aconseja Zarco. Lo primero es fijarse un objetivo y planificar las inversiones para conseguirlo teniendo en cuenta el perfil de riesgo de cada uno. En las inversiones inmobiliarias se puede imitar a los ricos invirtiendo en SOCIMI que ofrecen rentabilidad y gozan de una buena fiscalidad.
