¿Cuántas veces te has encontrado con esas pequeñas grietas en la pared? No es una tarea complicada de hacer siempre y cuando tengas las pautas para hacerlo. No pasa nada si la grieta es más grande de lo que pudiera parecerte en un principio, puesto que te vamos a dar las claves para sanearla. Para ello, deberás rellenarla, de tal forma que obtengas un acabado liso.
Para llevar a cabo esta tarea, tendrás que seguir una serie de pasos que se dividen en dos fases. En primer lugar, la de preparar la superficie y la estancia en la que vas a desarrollar el trabajo; y, en segundo lugar, la reparación de las grietas que se han formado en la pared.
1. Preparación
Antes de empezar a trabajar, deberás proteger con lonas o cartones el suelo y los muebles, para no deteriorarlos. Después de esto, para sanear las grietas, deberás abrirlas en forma de «V» con una espátula o rascador triangular. A continuación, elimina cuidadosamente el polvo.
2. Reparación
Para rellenar la grieta, deberás aplicar la pasta de relleno con una espátula de pintor. La pasta debe extenderse en varias pasadas, perpendiculares con respecto a la grieta. Es aconsejable alternar el sentido de aplicación primero de izquierda a derecha y después al revés, o viceversa. Esto lo haremos para que quede igualmente repartida la pasta.
Una vez que ya has repartido unifromemente la pasta sobre la grieta, deberás rRetirar el exceso de producto, alisando simultáneamente, para evitar irregularidades. Después deja secar entre 1 y 12 horas, en función de la cantidad de producto utilizado. Aplica nuevamente pasta de relleno, si fuera necesario. Cuando esté totalmente seco el producto, alisa con un papel de lija fino.
Consejo
Las grietas muy gruesas deben abrirse en forma de cola de milano, para que el producto agarre mejor al secar y no se salga. Para realizar esta operación, deberás utilizar un destornillador.
