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Katie@!, en Flickr (Licencia CC).

Restaurar un marco dorado

Restaurar un marco no es una tarea demasiado complicada, ya sea de un cuadro, un espejo o una puerta. Sin embargo, los marcos dorados son un elemento decorativo que con el paso del tiempo pierden su brillo natural y el color que los distingue. Si tiene molduras o relieves, también pueden llegar a deteriorarse. Por esto mismo, deberás darles unos cuidados especiales a este tipo de marcos para conservar durante años sus características.

Una limpieza periódica y aplicación de pintura dorada son las dos acciones necesarias para recuperar su belleza, una vez que ésta se ha ido. Has de tener en cuenta que las molduras doradas son delicadas. No es lo mismo una de cualquier color o de madera, que una de estas características. Tienen un tipo de acabado que no soporta los productos agresivos. Por este motivo, deberás emplear una brocha muy fina para eliminar el polvo del marco. Una vez que la superficie está completamente limpia, podrás aplicar un producto específico para marcos dorados. Esto lo puedes hacer con un pincel que sea fino.

Marcos con relieve. Es posible que además del color, también tenga grietas o desperfectos. Esto suele ocurrir sobre todo en los marcos que tienen relieves y formas. Si le pasara esto a alguno de tus cuadros, espejos o puertas, empieza rellenando las imperfecciones con pasta para madera. Antes de que la masa se seque, deberás darle la forma que tenía en su origen con una punta de madera para conseguir un acabado similar al anterior.

Una vez que se haya secado, será imprescindible que pulas la superficie con espuma o con una lija muy fina para eliminar cualquier irregularidad que tuviera. Después retira los restos y dale color a la zona pero sin excederte.Para este tipo de marcos, puedes emplear la muñequilla para restaurarlos. Ésta es una pieza de trapo que se empapa en líquido y se emplea para barnizar. Es una herramienta que se emplea para arreglar los muebles más delicados, enchapados y la marquetería. Se utiliza en lugar de las brochas o los pinceles cuando se quiere aplicar una capa uniforme de pintura o barniz. Con ella se evita que la madera absorba demasiado rápido el producto y se logra un acabado más homogéneo.

 

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