Durante el primer trimestre del año, el precio del alquiler en Lisboa y Oporto, principales ciudades de Portugal, se disparó un 20%. Según datos de Confidencial Imobiliário, estas dos ciudades se llevan la peor parte en cuanto a incremento de precios, que entre enero y marzo subieron un 13% de media en todo el país.
Según la fuente consultada en ambas ciudades los apartamentos de una habitación superan los 600 euros. Se trata de las ciudades donde las viviendas permanecen menos tiempo vacías y en las que los inquilinos llegan a pagar el doble que en el resto del país. Portugal sufre un creciente problema de vivienda debido en gran parte a la masiva llegada de turistas y capital extranjero.
