En los últimos cuatro meses, la petición de permisos para construir vivienda en Barcelona se ha triplicado, hasta llegar a las 600 solicitudes de certificados de aprovechamiento urbanístico. Este comportamiento se produce poco antes de que entre en vigor la normativa que obliga a los promotores a destinar el 30% de las nuevas construcciones a viviendas con precios asequibles.
Al respecto, la teniente de alcalde de urbanismo, Janet Sanz, sostiene que la avalancha es preocupante y acusa la Asociación de Promotores y Constructores (APCE) de animar a esquivar la norma. Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reprocha a la oposición que no aceptara suspender la concesión de licencias durante la tramitación de la normativa.