Se pone en venta uno de los edificios particulares más significativos y elegantes de Londres, la antigua sede del Midland Bank, cuya majestuosa cámara acorazada hizo las veces de Fort Knox en una de las más emblemáticas entregas de la serie James Bond, Goldfinger (1964). Los administradores Malcolm Shierson y Jamie Toynton de Grant Thornton han sido los impulsores de la venta del inmueble, habiendo designado a Knight Frank como agente exclusivo. Se trata de comercializar un activo único y de máxima representatividad, colindante con el Banco de Inglaterra.
Dominic Mayes, director de hoteles de Knight Frank, comenta que el edificio «representa una oportunidad única para un inversor que desee construir un hotel en un lugar privilegiado del centro de Londres, si bien también se le podrían dar otros usos alternativos». Entre los usos que se le pueden dar al emblemático inmueble, se incluyen oficinas, hoteles y usos mixtos, una vez se obtengan los permisos urbanísticos necesarios. «Este edificio es histórico y será fascinante observar su futuro desarrollo», concluye Mayes. No le falta razón. James Bond estuvo allí.
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