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Sofás de cuero

La idea tradicional que todos tenemos de esta piel curtida suele caracterizarse por colores marrones oscuros o negros. Estas tonalidades estarían muy bien adaptadas a una vivienda de estilo clásico, rústico y tradicional, que dé un toque de distinción al mobiliario de la estancia.

Un sofá de cuero en tu salón es un signo inconfundible de clase y elegancia. Este material ha sido desde siempre considerado de alta calidad por ser resistente, flexible y transpirable. Adaptarlo a los sillones de tu sala de estar es una idea tan apropiada como lujosa.

Sofás de piel modernos y clásicos

La idea tradicional que todos tenemos de esta piel curtida suele caracterizarse por colores marrones oscuros o negros. Estas tonalidades estarían muy bien adaptadas a una vivienda de estilo clásico, rústico y tradicional, que dé un toque de distinción al mobiliario de la estancia.

No obstante, no tenemos por qué limitarnos a sólo a las decoraciones más usuales. Este componente puede teñirse de todos los colores y no desentonar en una casa de ambiente moderno.

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Una alternativa original para adaptarlo a un diseño más contemporáneo sería decantarse por un sofá de cuero de diseño que adapte tanto las cualidades de este material como su potencialidad artística.

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Para mantener intactas sus propiedades, debemos atender a sus métodos de cuidado. En primer lugar, se le debe quitar el polvo asiduamente con un paño seco. En caso de que alguna mancha se incruste, debemos limpiarlo con suma meticulosidad con un cepillo de cerdas blandas.

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Si algún líquido se derrama en el sofá, hay que actuar rápido y absorber el sobrante, por ejemplo, con papel de cocina. Después, hay que frotar suavemente con un paño húmedo y secar inmediatamente, aunque si no da buen resultado también se puede utilizar un jabón neutro.

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Para su ideal mantenimiento, es importante mantenerlo lejos de la luz solar y de la excesiva humedad, ya que los ambientes en sombra y secos favorecen su conservación. El cuero es una piel que no conviene situar cerca de fuentes de calor, como estufas, radiadores o lámparas muy potentes, puesto que pueden estropear su tapicería y causar grietas o decoloraciones.

¿Te gustan este tipo de sofás o prefieres los tapizados en piel?

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