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Solucionar los problemas de las raíces

Las raíces, en el caso de los árboles, pueden llegar a ser muy invasivas y problemáticas sobre todo si se plantan muy cerca de casas u otras infraestructuras y si el pavimento de suelos es de mala calidad. Hay especies de gran tamaño y envergadura cuyas raíces lo serán también. En estos casos hay que extremas las precauciones y saber cómo solucionar esos problemas.

Trucos para controlar el crecimiento de las raíces

La principal solución es no plantar árboles en terrenos con pavimento de cemento, piedra o adoquines, ya que la potencia del crecimiento de las raíces podría provocar levantamientos y grietas no sólo antiestéticas sino también peligrosas. Los árboles, mejor en jardín, en tierra, para poder arreglar los levantamientos con mayor facilidad.

Si vas a plantar un árbol, hazlo lo más lejos posible de casa para que no haya problemas de daños en muros, ceras o suelos de porches, jardines o terrazas. Si no te queda más remedio que hacerlo por límite de espacio, deberás pavimentar el suelo con hormigón armado moderno de alta calidad.

El crecimiento de las raíces puede controlarse si llevamos un buen mantenimiento para que las mismas no salgan y se muevan buscando agua o aire. Riega abundantemente el árbol si la especie así lo requiere para que nunca le falte el agua. Airea la tierra y el sustrato con asiduidad para evitar la segunda razón del movimiento de raíces.

Para controlar el crecimiento descontrolado y peligroso de las raíces, poda anualmente la copa para eliminar ramas, ya que menos ramas, menos raíces. Otra solución pasa por hacer una zanja a cierta distancia del tronco y rellenarla con cemento para que se obstaculice y bloquee el paso de la raíz.

Aún así, si quieres ahorrarte todos estos trucos, lo mejor es elegir especies que no generen raíces invasivas y que no rebroten. Pregunta a un especialista cuando acudas a comprar el árbol.

Si estos problemas son comunes en tu jardín o en tu vivienda y ya no sabes qué hacer, lo mejor es que tales el árbol y elimines las raíces secándolas y después retirándolas. Para ello, una vez talado el árbol, debes aplicar unos polvos especiales que matan la raíz. Se llama Glifosato y se introduce directamente en unos agujeros que deberás hacer previamente en el tronco. Pasados unos días la raíz morirá y ya podrás retirarla con ayuda de una pala.

Puesto que eliminar un árbol debe ser la última y drástica opción, procura e intenta solucionar los problemas de raíces con los demás trucos y reserva la tala para problemas sin solución.

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