Acabamos de dar la bienvenida a doce nuevos meses. 2014 marca el punto de partida de todo un conjunto de retos de los que haremos balance cuando llegue el próximo diciembre. ¿Y qué hay de tu hogar? ¿Tienes pensado adquirir piezas, pintar algún cuarto o hacer una reforma integral? Sean cuales sean tus propósitos decorativos para los siguientes 365 días, vamos a echarte un mano comentándote qué estilos y colores marcarán la pauta.
Los gurús de las tendencias llevan meses haciendo los deberes. Después de acudir a varias ferias de decoración y de consultar con las principales firmas de interiorismo, por fin han hecho sus apuestas de lo que será 100% moda a lo largo de 2014. Hay estéticas que se hacen más fuertes este año, como es la vuelta a lo clásico. En cuanto a colores, los fríos ganan la partida, mientras que la estancia estrella será la cocina.
Colores y estilos de decoración en 2014
Como cada año, Pantone ha presentado (o más bien prescrito) el color que teñirá nuestra casa en los próximos meses. Si en 2013 nos enamoramos del verde esmeralda, este año toca darle la bienvenida al orquídea radiante, una especie de morado poco saturado. Se trata de un color atractivo, pero que hay que usar con cuidado. En las paredes de las habitaciones resulta sedante y algo melancólico, por lo que es mejor llevarlo al salón, donde desprenderá más energía.
A la hora de combinarlo, las sugerencias de Pantone apuntan hacia un verde oliva, un azul turquesa o un amarillo suave. También es posible combinarlo con neutros como el gris, el beige y el arena. No obstante, si este malva no te convence demasiado, opta por el azul, que también estará en boga este año. Tanto en versión más eléctrica como en su rango más pastel, el color del cielo despejado aportará frescura a los ambientes domésticos. No pierdas de vista los metalizados, que vuelven pisando fuerte.
Respecto a los estampados, los patrones geométricos se imponen a los floreados. Igualmente, los diseños basados en triángulos, cuadrados o rombos ganan la partida a los circulares. Las aristas son capaces de generar una mayor sensación de continuidad al delimitar mejor el espacio que las curvas, que aportan volumen pero son más indefinidas. No dudes en decantarte por un papel pintado que siga estas reglas.
En cuanto al estilo, el empuje de los muebles de los años 20 y 30 sigue estimulando el escenario donde vivimos nuestro día a día. Siempre se ha dicho que en las épocas de crisis, el interiorismo se vuelve más recargado y orgánico, por eso durante los años de bonanza el minimalismo era el rey absoluto. El Art Decó nos sigue entusiasmando, así que si no dudes en dejarte caer por las tiendas de anticuarios modernos y hazte con alguna pieza que atraiga las miradas. Si no puede ser una silla o una mesa debido al precio, prueba con cristalería, jarrones o una lámpara.
Pero no solo de vintage vive el hombre. También tendrán su hueco las antigüedades con más solera en cuestión de complementos, como los bustos clásicos. Asimismo, otra tendencia en accesorios son los de origen exótico. La influencia de artesanías africanas, egipcias o asiáticas también será poderosa, sobre todo, las de aire más tribal y étnico. En este marco, la tecnología pone el punto ecléctico, ya que los sistemas domóticos abrazarán todo el conjunto.
Mención especial merece la cocina. Antes decíamos que en tiempos convulsos, se imponen los barroquismos. También en contextos de dificultades, la familiaridad y la calidez se hacen más importantes. Cuando la recesión no se veía venir, nos centramos en el baño, un espacio impersonal y algo frío. Sin embargo, el año pasado, el salón se erigió como un centro de reunión donde la comodidad y la tradición se aúnan en busca del contacto con nuestros semejantes.
Ahora le toca a los fogones porque son un rincón donde se transmite sabía en forma de receta de generación en generación. Las cocinas de 2014 se abrirán al salón para reforzar la sensación de unas mayores dimensiones. La conexión refuerza los lazos y permite la conversación, introduciendo el arte culinario en un entorno más amable y liberándolo de su concepción estrictamente funcional. Además, la tecnología seguirá poniendo en nuestras manos electrodomésticos inteligentes.
Las tendencias siempre son subjetivas y motivadoras de debate. ¿Tú que opinas de las que te presentamos en este post? ¿Te sientes identificado con alguna de estas líneas?
