Hacer de la casa un auténtico hogar es algo más que elegir el color de las paredes o la distribución de los muebles. Se trata de imprimir a cada espacio una personalidad única, algo a lo que las piezas con historia tienen mucho que aportar. Incluir elementos singulares es una manera ideal de conseguir ese toque de carácter. Para conseguirlo no está de más visitar las tiendas de antigüedades, fuentes de inspiración y garantes de auténticos tesoros.
El gusto por lo vintage ha propiciado un notable aumento de la popularidad de las tiendas de antigüedades, establecimientos donde comprar muebles y todo tipo de objetos de decoración
Las modas vuelven, eso es innegable. La decoración no es ajena a esa tendencia de recuperar objetos y recursos de épocas pasadas. Basta un simple vistazo a las revistas de decoración para comprobar cómo triunfan los ambientes retro y los detalles vintage. Por eso, visitar a un anticuario puede ser todo lo que necesitas para crear el tuyo.
Las tiendas de decoración ofrecen todo tipo de accesorios y muebles para el hogar. Pero visitar a un anticuario añade -a la posibilidad de conseguir ese complemento deseado- el hecho de conseguir un detalle único, capaz de convertir cualquier estancia en un lugar extraordinario.
Una consola para la entrada, un tocador para el dormitorio, una silla… Hay muchos muebles que son auténticas piezas de coleccionista. Y lo mismo pasa con los objetos de decoración. ¿Qué tal una radio antigua para darle a tu cocina un aire vintage? ¿Por qué no una vieja máquina de escribir para decorar tu librería? Seguro que encuentras multitud de objetos que te enamorarán.
Si no tienes mucha experiencia visitando tiendas de antigüedades hay ciertas recomendaciones que te serán de lo más útil. Madrugar, por ejemplo, es algo que no puedes dejar de hacer en una jornada de compras.
Como puedes imaginar, este tipo de establecimientos no cuentan con un ‘stock’ para reponer productos al estilo de un comercio normal. Por eso, ir a primera hora te brindará la posibilidad de encontrar piezas a buen precio que, de otro modo, será difícil localizar.
La planificación también será una gran aliada. No es solo que debas tener claro la ubicación, horarios y fechas (en el caso de optar por mercados de segunda mano) de tus establecimientos de referencia.
Aunque hay margen de maniobra, tener claro qué estás buscando también te ayudará. No es lo mismo ir buscando algo de decoración que un mueble en particular, un objetivo este último para el que tomar medidas o prever cómo lo transportarás es más que recomendable.
Desde lámparas hasta muebles de otra época, pasando por menaje y hasta textiles, son muchos los recursos que puedes encontrar en este tipo de establecimientos, así como en mercados de segunda mano
Otra de las claves para visitar un anticuario con éxito tiene que ver con el propio ejercicio de la compra. Hay dos maneras de hacerlo: de forma inmediata o tomándote tu tiempo. Analizar las piezas y comparar precios es clave para no dejarse llevar y terminar comprando de manera compulsiva.
Sin embargo, si encuentras un mueble u objeto que encaje con lo que estás buscando -incluso si es en el primer establecimiento que visitas- haz caso a tu intuición y cómprala. De lo contrario es posible que otro cliente se haga con ella. Si tienes dudas, lo mejor es valorar qué supondría para ti quedarte sin ella. La respuesta te resultará reveladora.
Con independencia de la rapidez con la que tomes la decisión, antes de comprar debes someter la pieza de anticuario a un minucioso análisis. No temas a preguntar todas las dudas que tengas sobre la misma: desde su historia hasta sus materiales, pasando por el mantenimiento, origen… Examina los detalles para saber más sobre su edad y asegúrate de que su estado es óptimo.
En todo caso, tampoco hay por qué descartarla si encuentras algún desperfecto ‘salvable’. Con una buena restauración puede que luzca ideal en tu salón o dormitorio y esas pequeñas taras también pueden ser una excusa para negociar el precio final.
Una de las singularidades de las tiendas de antigüedades es precisamente que, en ocasiones, las piezas no tienen un precio cerrado. Es decir, los profesionales pueden estar abiertos a negociar.
El momento de recoger suele ser el más propenso a la negociación, sobre todo en mercados de segunda mano. Algunos comerciantes prefieren dar salida a la mercancía que volver a llevársela lo que, en ocasiones, facilita cierto ‘regateo’ en el precio.
Una buena planificación y cierto criterio serán, junto al resto de las recomendaciones citadas, la mejor fórmula para no perderte en tu visita por las tiendas de antigüedades. No obstante, también será clave acudir a profesionales.
Procura optar por vendedores que, más allá del buen estado de la pieza o un precio razonable, te ofrezcan el asesoramiento y garantías necesarias.
¿Qué ‘tesoros’ te llevarías a tu hogar tras una ruta por las tiendas de antigüedades?
