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Tips para financiar tu casa de vacaciones

¿Eres de los que cada año veranea en el mismo lugar? Independientemente de si vas a un hotel o de si alquilas un apartamento, es posible que te estés planteando adquirir una propiedad allí, y así poder disfrutar de la zona más a menudo, a la vez que dejas de gastar dinero sin obtener nada a cambio.

Sin embargo, debes tener en cuenta que comprar una casa de vacaciones implica unas condiciones de financiación diferentes a si te hipotecas con una vivienda habitual. Te ofrecemos algunos consejos imprescindibles para llevar a cabo este trámite sin morir en el intento.

Piensa qué te lleva a invertir en una casa de vacaciones

Antes de lanzarte a la búsqueda de financiación hipotecaria para pagar una segunda residencia es importante que te pares a pensar qué implica comprar un inmueble con esta finalidad. Por eso, deberías plantearte cuestiones como: ¿Cuánto tiempo al año voy a utilizar esa vivienda? ¿Me resulta rentable invertir en una casa en propiedad para disfrutarla unas pocas semanas al año? ¿Va a estar vacía el resto del tiempo o voy a intentar obtener una rentabilidad con ella?

Al hacerte estas preguntas llevarás a cabo un primer filtro sobre la hipoteca que va asumir el pago de tu futura segunda residencia, pues los bancos y entidades no ofrecen las mismas ofertas a clientes que buscan únicamente una hipoteca para segunda residencia que aquellos que, además, tienen en mente alquilar el inmueble durante los meses que no van a ocuparla. Son precisamente estos últimos, que contarán con ingresos adicionales derivados del arrendamiento, quienes les interesan.

Calcula qué beneficios vas a obtener en el largo plazo

Al margen de la finalidad que va a tener tu casa de vacaciones o del que va a estar ocupada, lo cierto es que contar con un inmueble en un lugar de descanso siempre va a resultarte sinónimo de obtener beneficio económico. Eso sí, por lo general podrás obtenerlo en el largo plazo. Ello se debe a que las propiedades aumentan de valor a medida que pasan los años, lo que significa que el precio de tu casa de vacaciones será mayor en el futuro. No obstante, al hipotecarte, deberás asumir una serie de intereses que incrementarán el precio inicial de la casa.

Contar con ellos te ayudará a dar el paso hacia la compra y la búsqueda de hipoteca, así como a replantearte la opción de alquilar la vivienda cuando no la uses. De igual modo, si llevas años veraneando en ese lugar y, por ende, gastando dinero en un alojamiento del que no obtienes nada a cambio, tener la oportunidad de dar un giro y así obtener un inmueble del que disfrutar en familia, a la vez que puedes transmitirlo a otra generación, reforzará tu decisión y te facilitará el hecho de hipotecarte en una casa de vacaciones.

Vías para financiar una segunda vivienda

El mercado hipotecario español hace una clara diferenciación a la hora de ofertar préstamos destinados a vivienda principal y a inmuebles vacacionales. Como adelanto, te recomendamos que cuentes con la mayor cantidad de liquidez posible para hacer frente a ese gasto, ya que, por norma general, a la hora de financiar segundas residencias los bancos suelen proporcionar un menor porcentaje del valor total del inmueble y, además, obligan a devolverlo en un periodo de tiempo más corto.

Con este panorama, puede que estés planteándote alternativas. No te preocupes, porque las hay. Estas son algunas de las vías distintas a la financiación tradicional por las que puedes optar:

Copropiedad

Bajo este término debes entender la fórmula que te permite comprar una vivienda en una zona vacacional junto a otros propietarios, pero a un precio más asequible. Eso te ayuda a reducir la cantidad de dinero que necesitas financiar o incluso te brindará la opción de no tener que pedir una hipoteca. También es posible que la promotora responsable de levantar el inmueble te ofrezca la posibilidad de subrogarte a su hipoteca, obteniendo determinadas ventajas por ello.

No obstante, ten claro que al tratarse de la clásica multipropiedad, el tiempo que podrás disfrutar del inmueble también se verá reducido, estableciéndose este de forma proporcional al porcentaje que poseas de la vivienda.

Alquila la mayor parte del año

Otra posibilidad que puedes plantearte es comprar una casa de vacaciones y alquilarla el resto del año. Existen cada vez más compañías que gestionan este tipo de inmuebles, ya se trate de viviendas de segunda mano o de un modelo de promoción de obra nueva pensada para el alquiler de corta estancia.

Este modelo de negocio está cada vez más extendido en España, sobre todo en las zonas de playa, por lo que no te resultará difícil dar con ofertas de financiación directamente gestionadas por las compañías que promocionan estas viviendas o que trabajan el modelo de alquiler íntegro.

Piensa en las consecuencias

Ya has podido comprobar que la financiación tradicional se complica para este tipo de inmuebles. Por eso, antes de embarcarte en la compra y búsqueda de hipoteca, piensa en los efectos que pueden derivarse de la operación: desde que no puedas asumir el pago de las cuotas hasta que cambies tu percepción sobre el lugar en el que se ubica tu segunda residencia.

A pesar de que puedan darse estas complicaciones, debes saber que siempre hay soluciones para este tipo de problemáticas: desde vender el inmueble hasta renegociar el préstamo. Pero contar con ellos de antemano, así como ser consciente de que pueden producirse, te ayudará a tomar la mejor decisión en este sentido. Así podrás disfrutar de tu casa de vacaciones plenamente.

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