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Trampas para avispas y moscas

Si con el buen tiempo nos gusta disfrutar de nuestros espacios exteriores, debemos controlar y eliminar todos los obstáculos que dificulten o entorpezcan nuestra comodidad y relajación. Las moscas en verano son muy molestas pero hay otros insectos voladores que además de molestos son peligrosos, como es el caso de avispas o abejas, más numerosas en exteriores con jardín y flores. ¿Cómo podemos evitar estos inoportunos invitados? Con trampas.

Cómo eliminar insectos voladores en el jardín

En las ferreterías y grandes centros comerciales podemos encontrar trampas de varios tipos, pero en general, son recipientes con unos agujeros en la tapa en cuyo interior si añade agua y unas cucharadas de cebo atrayente que se vende por separado en el mismo establecimiento que la trampa. Los cebos poseen feromonas y proteínas hidrolizadas que atraen con éxito a los insectos voladores.

Una vez que el insecto entra atraído por el cebo, ya no puede salir porque chocará contra la pared donde piensa encontrar la salida sin conseguirlo. El insecto insiste e insiste, se agota y cae en el agua donde se ahoga. Por este motivo la mayoría de trampas para moscas y avispas son recipientes transparentes, aunque también los hay de colores vistosos como el verde o el amarillo, muy atractivos para las avispas, por ejemplo.

El cebo mantiene su efecto durante unas dos semanas, perdiendo eficacia en los días posteriores, en los que habrá que retirarlo con mucho cuidado pues pueden quedar en el agua insectos vivos que puedan picarnos.

Eliminado el cebo, el agua y los insectos atrapados, lava la trampa con agua y jabón y aclárala muy bien. Una vez seca la trampa estará lista para otra utilización.

Para su correcto funcionamiento hay que colocar la trampa colgada en una superficie alta en aquellos lugares de paso o de más afluencia diaria de las moscas o las avispas. No sólo funciona en exteriores como jardines, patios y terrazas, sino que también podemos colocarla en espacios verdes interiores donde acudan estos insectos atraídos por un ambiente más fresco y por el olor de la vegetación. En estos últimos casos, coloca las plantas cerca de ventanas y puertas.

Uno de los factores que garantizan el buen funcionamiento de la trampa es el sol, ya que es necesario que el agua se caliente un poco para que las feromonas se esparzan por el ambiente en forma de vapores. Busca por tanto un lugar idóneo que cumpla con este y los anteriores requisitos.

Si observamos que la trampa no es eficaz, tenemos que estudiar los posibles problemas, que pueden ir desde un inadecuado lugar de instalación hasta una mala calidad del cebo. Cambia la trampa de sitio y compra un cebo diferente para determinar la causa del mal funcionamiento y poder solucionarlo.

Aunque los cebos de estas trampas no son insecticidas y por tanto esta idea no es tóxica para las personas o las mascotas, sí hay que tener cierta precaución y mantenerla alejada de los niños porque los insectos como las avispas o la abejas son peligrosos, aunque estén atontados por el cebo antes de morir.

Las trampas son bastante económicas y existen a la venta una gran variedad, desde pequeñas bolsitas de plástico o mayores recipientes de materiales más resistentes. Si tus problemas son sólo las moscas, decídete por las cintas atrapamoscas, que funcionan con un sistema basado en el comportamiento natural de las moscas, que se sienten atraídas por el brillo de la cinta y los dibujos de los rollos más anchos y, al acercarse, quedan pegadas. Estas trampas también se cuelgan en zonas altas.

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