El Banco de Montreal ha cambiado de inquilinos. Uno de sus edificios históricos en desuso ha sido transformado en la sede de la start-up Collective & Café. La planta principal es ahora un mar de cubículos donde los emprendedores desarrollan su trabajo. El arquitecto Henri Cleinge ha sido el encargado de dar forma al proyecto. Una forma muy inteligente de aprovechar un espacio de otra época para necesidades más contemporáneas. Las fotografías de este post son obra de Adrien Williams.
Redacción/pisos.com