Dentro de todo hogar hay un escenario en el que creatividad y ternura van de la mano. La habitación de los niños es un espacio en el que dejar volar la imaginación. El objetivo no es otro que crear una atmósfera que despierte su curiosidad. Un espacio que sientan como suyo. Un lugar adaptado a sus necesidades y que contribuya a su desarrollo.
Para conseguirlo existen multitud de fórmulas aunque son los pequeños detalles los que enriquecerán cualquier propuesta. Así, apostar por una pizarra en la habitación de los niños no solo resultará estéticamente atractivo sino también de lo más funcional.
Formas de decorar hay muchas, pero incorporar una pizarra en la alcoba de los peques es un recurso tan original como divertido que, además, contribuirá a que desarrollen su creatividad
Elegir el formato más interesante en cada caso dependerá de distintos factores. El tamaño de la estancia, la edad del niño, el protagonismo que quieras darle… Los míticos ‘encerados’ de las escuelas de antaño, por ejemplo, pueden ser grandes aliados.
Una de las fórmulas que, con el tiempo, ha ido ganando adeptos es la pintura pizarra. Este tipo de acabado es perfecto para aplicarlo sobre toda o parte de la pared sin que ello impida que puedas añadir otros detalles. Estantes, luces u otros recursos decorativos también podrán formar parte de este curioso lienzo.
Si optas por introducir una pizarra en la habitación de los niños sirviéndote de brocha y rodillo, esto es, en forma de pintura, debes tener en cuenta algunas singularidades. Antes de aplicarla conviene administrar una imprimación selladora. Si bien no afectará a los acabados, sí que evitará que la pared absorba pintura de más.
Por otro lado, no se recomienda esta opción si la base es una pared con gotelé o pinturas decorativas con textura ya que los acabados no serán tan atractivos ni funcionales.
Lo que sí puedes hacer es aplicar pintura pizarra sobre multitud de superficies lisas. Los frentes de cajoneras, armarios o similares te ofrecen un lienzo perfecto para introducir este detalle decorativo en la habitación de los niños con éxito. Incluso, es posible que sirva de reclamo para que echen una mano con tareas como limpiar o colocar ropa, juguetes y enseres varios en su interior.
Los muebles son grandes aliados a la hora de introducir una pizarra en la habitación de los niños, ya sea customizándolos con pintura en este acabado o mediante vinilos decorativos
Para quienes busquen soluciones realmente originales, introducir una pizarra en la habitación de los niños en forma de cabecero puede resultar de lo más inspirador. No solo podrán jugar ellos sino que puedes participar dejándoles mensajes bonitos al despertar, sorprendiéndoles con planes inesperados o escribiendo tareas pendientes que tengan que hacer al levantarse.
Lo mismo ocurre si en lugar de emplear el cabecero decides usar uno de los frentes o laterales del armario. Esta opción es ideal si tienes un dormitorio pequeño o, sencillamente, no quieres darle demasiado protagonismo a la pizarra.
Ellos conseguirán una superficie donde plasmar su talento creativo y tú mantendrás el control del conjunto de la decoración sin sacrificar demasiado espacio para la pizarra.
Los vinilos decorativos son grandes aliados a la hora de colocar una pizarra en la habitación de los niños. Su versatilidad no solo tiene que ver con las múltiples posibilidades que ofrecen en términos de ubicación. Además, existen multitud de diseños que contribuirán a personalizar al máximo cada escenario.
Incorporar una pizarra como parte de la decoración del cuarto de juegos o la habitación infantil sumará atractivo al diseño al tiempo que proporciona a los niños un elemento para divertirse y soñar
Si el status quo del diseño del dormitorio infantil no permite añadir ni un alfiler, tampoco está nada mal transformar la puerta en una generosa pizarra. Ya sea con pintura decorativa o con vinilos, es una alternativa que no supondrá merma alguna del espacio interior.
¿Prefieres que tus hijos desarrollen su creatividad en un escenario que no esté reservado al descanso? Siempre puedes optar por decorar con pizarra la habitación de juegos. Pintando toda la pared, con una pizarra tradicional, en formato de vinilo para un área determinada… ¡Tú decides!
Y tú, ¿con cuál de estas fórmulas te quedas para incorporar una pizarra en la habitación de los niños?
