Es una pena que construcciones de otra época languidezcan abandonadas por todo el mundo. Algo así debieron pensar los dueños de esta antigua torre de algo más de 21 metros de altura enclavada en mitad de un bosque. Por eso se decidieron a rehabilitarla por completo hasta convertirla en una magnifica segunda residencia. Gracias a Summerour & Associates Architects, este inmueble ha recuperado el encanto de antaño, pero reforzándose con las comodidades de hoy en día.
Redacción/pisos.com