El crecimiento urbanístico experimentado por Boadilla ha sido muy similar al de los municipios colindantes –Majadahonda, Pozuelo o Villaviciosa de Odón-. A partir de la década de 1970 se edificaron en torno al casco antiguo una serie de zonas residenciales de viviendas unifamiliares de clase alta, aunque, dado que las comunicaciones con Madrid aún no eran tan fluidas como las actuales, fueron adquiridas como segunda residencia por población de clase media. Finalmente, y gracias a la notable revalorización de la zona y al desarrollo de nuevos y exclusivos espacios, el municipio ha ido recuperando el alto estatus que se le quiso dar.