Mientras que la zona este de la comarca ha aprovechado su proximidad a la capital para desarrollarse en torno a ella, el resto de municipios mantienen un espíritu propio, tranquilo, más cercano al hábitat rural tradicional que a los cánones y ritmos que marcan las grandes urbes actuales. No obstante, la notable mejora de las comunicaciones –especialmente con las provincias de Toledo y Ávila que lo limitan- y del tejido urbano, así como las circunstancias económicas, han propiciado que sea la zona elegida en muchos casos para establecerse, independientemente del lugar en el que se desarrolle habitualmente la actividad profesional.