Marbella no es únicamente sinónimo de elegancia, lujo y glamour. Sus gentes, con un marcado carácter mediterráneo, desbordan alegría, hospitalidad y buen humor. Los marbellís sienten un singular orgullo por su municipio y esto se refleja en el profundo respeto y cuidado de sus infraestructuras y mobiliario urbano. Asimismo, la belleza de su entorno natural ha propiciado que Marbella sea uno de los municipios más turísticos de la Costa del Sol.