Hotel rural, asentado en una casona de piedra de 1873, rehabilitada en 1995 para albergar alojamiento rural. Enclavada en un lugar idílico, a los pies de los Picos de Europa y excelentes vistas a la Sierra de Escapa. El edificio conserva sus señas de identidad, como el hermoso zaguán porticado con dos arcos de piedra caliza, maravillosa escalera de piedra, madera de castaño o las vigas del techo también en madera de castaño.
La casona ofrece un total de 11 habitaciones dobles y 1 cuádruple, así como diversas zonas comunes, 2 salones, uno con bar y chimenea y otro rodeado de grandes ventanales con unas vistas panorámicas a la mencionada Sierra de Escapa. Así mismo el Hotel dispone de sala de juegos y un acogedor comedor.
La propiedad se extiende, sobre una finca rustica de 2000m2 y parking exterior asfaltado con 8 plazas.
Estratégicamente situado en las faldas de los Picos de Europa y próximo al Rio Sella, se encuentra en el centro, de lo que se podría considerar el "triángulo de oro" de las rutas turísticas asturianas: a sólo 12km de Cangas de Onís y de la Basílica y lagos de Covadonga y a su vez equidistante de algunas playas más hermosas de la cornisa Cantábrica, como las de Cuevas del Mar, Torimbia o Barro, entre Llanes y Ribadesella
Los accesos de entrada y salida del Hotel, perfectamente asfaltados, son excelentes: a 800 metros de la carretera N-634, que une Arriondas y Ribadesella, y a 7 Km del enlace con la Autovía del Cantábrico, la casona se encuentra, sin embargo, en medio de un entorno de gran belleza, absolutamente plácido y relajante, ideal para amantes de la naturaleza y el relax.
La certificación energética indica la eficiencia del inmueble en cuanto a consumo de energía, agua, etc.
La categoría A es la más eficiente y la G la menos.