La provincia de Huesca, que comparte frontera con Francia por el norte, sorprende por su paisaje tan diverso y por la riqueza de sus tradiciones.
Las cumbres pirenaicas septentrionales, los llanos y colinas centrales y las vastas extensiones monegrinas, al sur, son sello identificativo de una tierra con personalidad.
El municipio de Huesca, capital de la provincia y de origen íbero, basa su economía en el sector de los servicios, con una actividad turística creciente.
La provincia oscense cuenta con una importante fuerza ganadera y agrícola y resultante de ello es la calidad de los productos de la tierra.